La educación en emprendimiento o educación emprendedora, es entendida como el enfoque educativo mediante el uso de todas las metodologías y herramientas necesarias encauzadas a conseguir un objetivo: potenciar el emprendimiento.
El espíritu emprendedor es una competencia clave muy útil hoy en día para desarrollar cualquier proyecto educativo, social o laboral, y enfrentarse al mundo real. Hay personas que nacen con habilidades favorables para el desarrollo del emprendimiento, sin embargo, gran parte de las habilidades y destrezas se van adquiriendo mediante el aprendizaje de estas. La educación, por tanto, juega un papel relevante en el desarrollo de esta competencia.
Ventajas de la educación en emprendimiento
La educación en emprendimiento supone una gran cantidad de ventajas, entre las que destacan:
- Aprender a desarrollar y generar proyectos
Educar mediante el método de prueba y error permitirá que los jóvenes puedan involucrarse en la toma de decisiones propias y aprendan a desenvolverse de forma resolutiva en un simulacro de un entorno profesional y mercantil, de forma que trabajarán la seguridad en sus acciones y mejorarán los resultados gracias a las experiencias que vayan adquiriendo. Aprender sobre emprendimiento también les servirá para aprender otras cualidades como la gestión del tiempo u organización, que, unido a lo anterior, les permitirá la creación de un proyecto estructurado correctamente.
- Identificación de valores
Para emprender un proyecto o idea es muy importante previamente establecer qué implica y qué queremos transmitir; darle forma. Por ello, es vital educar en valores y mostrar la importancia de estos relacionados con cualquier proyecto, así como implantar un aprendizaje innovador y creativo que permita a los alumnos desarrollar su potencial.
- Saber lidiar con la frustración o el fracaso
Conocer los riesgos y educar en la capacidad de aprendizaje para alcanzar el éxito es una base fundamental para enfrentarse tanto al desarrollo de proyectos como al mundo profesional de manera emprendedora. Un buen emprendedor sabe que cometer errores es inevitable y parte del camino necesario para aprender y conseguir los resultados esperados. Por lo tanto, fomentar la educación en emprendimiento implica mirar las cosas desde un punto muy distinto, evitando la frustración o el miedo al fracaso, pues se visualizan los errores como nuevas oportunidades para aprender.
- Mejor preparados para el mundo
El mundo actualmente está en constante cambio y el mercado está en continuo movimiento, por lo que poseer un espíritu emprendedor es vital para poder afrontarlo sin miedo y poder aceptar y conllevar los nuevos desafíos que se vayan presentando cada día.
- Desarrollo de la creatividad
No se puede crear un proyecto sin una idea previa, por lo que emplear la educación para promover el emprendimiento y el desarrollo de la creatividad es primordial, ya que conseguiremos profesionales más abiertos a hacer cambios, aportar sus ideas sin miedo y fomentarán el uso de ideas originales y creativas en el mercado.
- Salir de la zona de confort
Este punto está muy vinculado con los anteriores, pues abandonar nuestra zona de confort para enfrentarnos a situaciones y entornos desconocidos puede dar sensación de vértigo. Por ello, es importante aprender a arriesgar e interiorizar valores y cualidades que nos ayuden a salir de ella y saber que permanecer en el mismo sitio, estático y sin moverse, jugará en nuestra contra, pues quien no arriesga no gana.