Proteger las creaciones de la industria y hacer lo propio con el modelo en el que se plasman dichas creaciones es el objetivo principal de la propiedad industrial e intelectual.
La propiedad industrial se utiliza con fines industriales. Suena simple, pero viene en todas las formas, tamaños y cubre varios tipos de negocios. Luego, la propiedad se agrupa en tres tamaños, a saber, pequeño, grande y muy grande.
Por su parte, la propiedad intelectual se refiere a cualquier creación que la mente humana pueda producir; es decir: invenciones, modelos de utilidad, marcas, obras literarias y artísticas, etc. Se trata de un concepto que comprenden la llamada propiedad intelectual. Y es que cuando se puede producir algo también se puede patentar o crear una marca especial para dicho invento.
Para regular ambos tipos de propiedad existen leyes diferentes y los organismos encargados de su gestión. Un ejemplo de ello es: la Oficina Española de Patentes y Marcas, que interviene en el reconocimiento de los derechos de propiedad industrial, o bien el Registro de la Propiedad Intelectual, que se ocupa de los derechos de Propiedad Intelectual.
Aplicación empresarial
A la hora de registrar una marca o un negocio, es conveniente contar con asesoramiento especializado en el sector, como puede ser una resultoría financiera. Este tipo de negocios, en el que trabajan expertos en el ámbito de la propiedad industrial e intelectual, trabaja dando soluciones a Empresas y Pymes de Murcia y de toda España.
A través de un equipo multidisciplinar especializado en ámbito legal, de gestión y financiero se aportan soluciones a problemas que tengan que ver con el registro de marcas o de patentes, por ejemplo.
Y es que la tramitación de este tipo de asuntos lleva muchos pasos por delante, por lo que es conveniente delegar esta función en expertos que se ocupen de tramitar el registro de marcas, diseños, invenciones, copyright y en general todo lo relacionado con la Propiedad Industrial e Intelectual, así como la administración de las carteras de expedientes.
Entre los requisitos más comunes a la hora de iniciar el expediente se encuentran la realización de una declaración expresa o implícita de que se solicita el título, datos que identifiquen al solicitante, una descripción de lo que se pretende patentar o registrar y una reproducción del signo distintivo, entre otras.
Un profesional en este ámbito siempre te guiará para no errar en ninguno de los pasos del registro.