Uno de los servicios que dan un valor añadido a nuestra hoja de presentación en Resulting es la del cuadro de mando integral. Ahora bien, ¿qué es? Es un concepto relativamente joven, pues surge a finales del siglo XX en Estados Unidos como un revolucionario y completo modelo de gestión que traduce la estrategia en objetivos relacionados entre unos y otros, que están medidos por una serie de indicadores, y que juntos permiten acometer los planes de acción de la empresa, para el que cada uno de sus miembros cumple con una determinada función.
Es un modelo, así como podemos observar, de gestión interna. Pero no todas las empresas son capaces de acometerlo, ya que también presenta una cierta complejidad que requiere, no solo de la trazabilidad de objetivos combinados entre sí, y del exhaustivo control de estos para su cumplimento, sino que también requiere de una serie de conocimientos financieros avanzados, así como de habilidades de gestión tanto laborales como humanas.
Esto último es importante, puesto que, en el concepto de cuadro de mando integral, en ocasiones también referido como CMI, es una herramienta de administración de empresas que no se entiende sin la participación de los empleados para el cumplimiento de los objetivos. De este modo, el CMI demanda el rigor de cada una de sus unidades para que, en un esquema de acciones relacionadas entre sí, el fallo de uno de los miembros no permita un daño mayor.
Estructura del CMI
Con los objetivos monitorizados a través del CMI, la empresa se lanza a conseguir una gestión global a través de cuatro ejes o perspectivas, interconectadas mediante la definición de misión, visión, valores, objetivos estratégicos-metas, KPIs y proyectos:
- Perspectiva financiera: ¿cómo nos ven los accionistas?
- Perspectiva de cliente: ¿cómo nos ven los clientes?
- Perspectiva de procesos internos: ¿cómo lo estamos haciendo?
- Perspectiva de capacidad organizacional: ¿cómo podemos continuar mejorando y creando valor?
Cada una de las perspectivas ha de ser descrita explicativamente, se enumeran los factores clave, los objetivos y los indicadores que van a valorar su cumplimiento o no.
Tener tu propio CMI
Si queremos diseñar nuestro propio cuadro de mando integral, algo que debemos empezar por tener claro es la estrategia que vamos a seguir, estructurarla y, a partir de ahí, delegar funciones en los recursos humanos de la empresa que nos van a ayudar a llegar hasta el lugar en que queremos situarnos.
Una vez que sabemos cómo nos vamos a poner a trabajar y quién se va a encargar de qué, debemos establecer cómo vamos a seguir el control de los objetivos y la correcta retroalimentación de cada una de las funciones de la estrategia. A partir de ahí, mediremos el desempeño de cada una de las partes y si nuestra empresa está en mejora continua.
En Resulting desarrollamos una metodología entendible para medir las actividades de la empresa en términos de su visión y estrategia, proporcionando a los gerentes la mirada global que necesitan. Podemos crear tu propio CMI a medida -como no podía ser de otra forma-, siempre de manera consensuada con el cliente, para así detectar las desviaciones del plan estratégico, corregirlas y expresar los objetivos e iniciativas necesarias para reconducir la situación.