Históricamente el papel de la mujer en la sociedad se ha visto relegado a un segundo, o tercer plano debido a la falta de referentes, a los estereotipos y al llamado ‘techo de cristal’ que les imposibilitaban alcanzar puestos de responsabilidad en empresas u organizaciones.
Una sociedad no puede progresar ni desarrollarse sin diversidad racial, cultural y, por supuesto, de género. Las mujeres son la mitad de la población y deben tener las mismas oportunidades que el resto para poder emprender, ya sea por necesidad, por vocación o por alcanzar cualquier objetivo que se propongan.
Brecha de género en el emprendimiento
La conciliación familiar, redefinir la figura del emprendedor y explorar nuevos modelos empresariales y digitales son asuntos que deben repensarse para que la igualdad entre hombres y mujeres sea real.
La brecha de género es palpable, no solo en la cantidad de mujeres que lanzan su empresa al mercado, sino también en el ámbito que lo hacen. La gran mayoría de empresas creadas por estas se acotan al sector servicios, mientras que el digital o tecnológico queda como inalcanzable.
Empresarias de éxito en la historia
Pese a las dificultades que la sociedad ha impuesto a lo largo de los años a las mujeres, estas han conseguido sobreponerse y luchar para alcanzar el papel protagonista que merecen. Algunos de los ejemplos en los que todo el mundo debería fijarse son:
- Beatriz de Luna Miques: Fue una importante banquera judía sefardí del siglo XVI que compaginaba su trabajo con el comercio de especias y piedras preciosas y organizó un asentamiento para aquellos refugiados judíos en la zona de Tiberiades.
- Jerónima Gutiérrez: Regentaba a principios del siglo XIX una tienda de prendas de vestir, telas y otros productos en Bilbao que convirtió en la base sobre la que luego se sustentarían diversos negocios de su esposo e hijos en sectores como el comercio minero, la siderurgia, la banca, el sector naviero o la agricultura e industria agroalimentaria.
- Cesárea Garbuno Arizmendi: Fue la creadora de la primera refinería de España en Guipúzcoa. Además, también tuvo un negocio de industria harinera.
- Rosario de Acuña Villanueva: Escritora a la par que empresaria avícola. Realizó investigaciones con cruces de razas, buscó los mejores medios materiales para ello y realizó una importante labor divulgadora. Se le otorgó una medalla internacional por su tarea.
- María Espinosa de los Monteros Díaz de Santiago: Fue la directora de negocios de la Casa Yoast (una empresa dedicada a las máquinas de escribir) en España. Su rica visión comercial le sirvió para crear varias patentes.
Esta es solo una pequeña selección de entre millones de mujeres que emprenden en el día a día, ya sea a gran escala generando amplios márgenes de beneficios, o a pequeña escala, creando una charcutería en un barrio humilde. Emprender, echarse a sus espaldas un negocio y luchar a contracorriente con valentía para mantenerse a flote, siempre tendrá un reconocimiento por debajo de lo merecido.