Esta figura es de especial recomendación para incluir en los consejos de administración de empresas tradicionalmente familiares. Consiste en un miembro más del consejo, pero externo a la empresa y su familia, garantizando así un asesoramiento profesional y experto con una opinión neutra y en aras de únicamente el interés corporativo.
- Corrige posibles desequilibrios en la toma de decisiones y previene conflictos de interés.
- Genera el enfoque en el interés de la Sociedad en la toma de decisiones del Consejo de Administración.
- Mejora la calidad y seguimiento a las prácticas de gobierno corporativo de la Sociedad.
- Aporta eficacia a la labor de supervisión del director general y los directivos relevantes.
La integración de consejeros independientes no solo representa una mejor práctica o requisito legal en algunos casos, sino que su presencia en las sesiones contribuye a enriquecer y fundamentar la toma de decisiones en beneficio del negocio.